La mayor parte de los casos de escoliosis son leves, pero algunas desviaciones empeoran a medida que los niños crecen. La escoliosis grave puede ser incapacitante. Una curvatura especialmente grave en la columna vertebral reduce el espacio dentro del pecho, lo cual dificulta el funcionamiento correcto de los pulmones.
Se realiza un control minucioso, generalmente mediante radiografías, en los niños que tienen escoliosis leve para ver si la curvatura empeora. En muchos casos, no es necesario un tratamiento. Algunos niños deben usar dispositivos ortopédicos para detener la progresión de la curvatura. Otros pueden necesitar cirugía para enderezar las curvas muy marcadas.