Una frecuencia cardíaca rápida no siempre es un problema. Por ejemplo, la frecuencia cardíaca comúnmente se acelera al hacer ejercicio o como respuesta al estrés.
Es posible que la taquicardia no provoque síntomas ni complicaciones. Sin embargo, de no tratarse, algunas formas de taquicardia pueden provocar problemas de salud graves, incluidos la insuficiencia cardíaca, los accidentes cerebrovasculares o la muerte cardíaca repentina.
El tratamiento de la taquicardia puede incluir maniobras específicas, medicamentos, cardioversión o cirugía para controlar los latidos rápidos del corazón.
Cuando el corazón late demasiado fuerte, es posible que no bombee suficiente sangre al resto del cuerpo. Como resultado, es posible que los órganos y los tejidos no reciban suficiente oxígeno. En general, la taquicardia desencadena los siguientes signos y síntomas:
Sensación de latidos cardíacos acelerados y fuertes, o de golpeteo en el pecho (palpitaciones)
Dolor en el pecho
Desmayos (síncope)
Aturdimiento
Pulso acelerado
Falta de aire
Algunas personas con taquicardia no tienen síntomas. La afección puede descubrirse cuando se hacen pruebas cardíacas o exámenes físicos por otros motivos